lunes, 4 de abril de 2011

De Mónaco a Tottenham

2004 fue el último año que vio al Real Madrid clasificarse para cuartos de final de la máxima competición continental. Un equipo dirigido por Carlos Queiroz, que marchaba líder indiscutible en la Liga española, que estaba en la final de Copa del Rey ante un recién ascendido y que lograba el pase a cuartos con un gol de churro de Roberto Carlos en el campo del Bayern y otro magistral de Zidane en el Bernabéu. Todo era muy bonito, pero todo se volvió gris en un giro inesperado de los acontecimientos. Todavía no se sabe con certeza las causas por las que el Madrid cayó en la final de Copa ante el Zaragoza, le remontaron en Liga hasta caer a la cuarta posición y perdiera en Mónaco su última eliminatoria de cuartos de final hasta ahora. Siete años después, y tras caer en Octavos contra Juventus, Arsenal, Bayern, Roma, Liverpool y Lyon; un Real Madrid totalmente nuevo vuelve a estar entre los ocho mejores de Europa. Atrás quedó aquella pesadilla, aquella maldición que alejó al club blanco de esta eliminatoria año tras año. Han regresado, de la mano de José Mourinho (campeón de dos Champions) y de un conjunto de buenos futbolistas que ya no tienen miedo a la derrota. Del once que cayó en Mónaco solo queda Iker Casillas, que ahora es el capitán de la plantilla, campeón de Europa con España y campeón del Mundo. Mañana es el partido contra el Tottenham y todo son buenas expectativas, incluso ya se ha olvidado la derrota contra el Sporting del sábado.

Sin embargo, yo a este partido le encuentro muchas similitudes con respecto a aquella eliminatoria contra el Mónaco de hace siete años. Aquella temporada hubo dos equipos que llegaron a la final de manera asombrosa, siendo las revelaciones absolutas de aquella Champions. Uno fue el campeón, el Oporto del propio José Mourinho; y el otro fue el finalista, el Mónaco de Deschamps. Este año, parece que las revelaciones no son otras que el Shacktar Donetsk de Lucescu y el Tottenham Hotspur de Harry Redknapp. Ambos han llegado a cuartos de final con un gran juego y venciendo a rivales importantes como Arsenal o Milán. Hay que tener cuidado porque muchos dan por hecho que Real Madrid y Barça se van a enfrentar en semifinales. Eso mismo se decía hace siete años... y el Madrid cayó estrepitosamente.

El Tottenham, a pesar de tener poca experiencia en esta competición (al igual que aquel Mónaco), la plantilla de la que dispone es suficiente como para no darle por muerto antes de tiempo. Una de las principales bazas del conjunto de Londres son las bandas: Gareth Bale y Aaron Lennon son dos puñales que se adentran desbordando con velocidad y potencia en territorio enemigo. El Mónaco tenía algo parecido, pues contaba con Patrice Evra (ahora lateral indiscutible del Manchester United y la Selección Francesa), Rothen y, por supuesto, Ludovic Giuly. Este además tenía mucho gol, y solía ser desequilibrante en muchas ocasiones. Como lo es en el Tottenham Rafael Van der Vaart, que lleva 13 goles en 23 partidos con los Spurs y es clave tanto a balón parado como llegando desde segunda línea. En eso siempre fue un especialista. Además, el holandés representa la misma amenaza que un ídolo del madridismo hace siete años: Fernando Morientes. Se le hechó a patadas del club blanco rumbo a Francia, y allí lo mimaron tanto que le hicieron su referente. Fue el máximo goleador de la Champions esa temporada, marcando dos goles al equipo de su vida, uno en la ida y otro en la vuelta. Y es que contar con jugadores como Morientes o Prso, que dominaban el juego aéreo a la perfección, fue un problema brutal para el Madrid, débil en jugadas de estrategia o por alto. Mañana también tendrán que aguantar a dos jugadores letales por arriba como son Pavlichenko y Crouch. La diferencia más primordial entre estos dos equipos y lo que le hace mucho más peligroso al Tottenham es el  poseer en su plantilla a Luka Modric, un jugador diferente, pasador, organizador del juego y especialista del último pase, con una gran calidad y brillante en el borde del área. Habrá que tener mucho cuidado con este equipo, que además tiene mucho que ganar y poco que perder. Por lo pronto, disfruto de esta eliminatoria mucho antes de que empiece, pues hacía tiempo que no sentía el placer de estar en cuartos de la Champions League, la mejor competición de clubes del mundo.




2 comentarios:

  1. Ya era hora de estar en cuartos. Buena eliminatoria, van a ser dos partidos de idas y venidas, con emoción y muchos goles. Nos esperan 180 minutos de nervios a flor de piel! ^^

    ResponderEliminar
  2. Muy logradas las comparaciones, aunque este Madrid parece muchó más agresivo y contundente, a pesar de que aquel jugara mejor. Por otro lado la defensa el Tottenham es bastante débil, hecho que el Madrid puede explotar y que le sitúa como claro faovirto. Tan solo una circulación de balón previsible o una mala finalización en las jugadas ofensivas pueden ser factores para que los ingleses tengan sus opciones a la contra, donde, eso sí, son temibles, más aún en White Hart Lane. Por ello cabe que el Madrid deje cerrada, o prácticamente sentenciada, la eliminatoria en el Bernabéu, o lo pasará mal en Londres.

    Que gran sociedad formaron el Moro y Giuly, y que gran rendimiento tuvo en el Barça hasta que apareció un chaval llamado Leo. Mucho mérito lo de aquel Mónaco.

    ResponderEliminar